Hernia discal

domingo, 31 de mayo de 2015



Conflictos emocionales que pueden causarla.

Un disco intervertebral es una estructura plana y redonda que se sitúa entre cada par de vértebras de la columna vertebral y que rodea una sustancia gelatinosa. Los discos intervertebrales son estructuras que poseen cierta flexibilidad y permiten los movimientos de la columna. En una hernia discal, la “presión” de las vértebras se transmite sobre esta gelatina y se vierte una parte de la misma, lo que disminuye el efecto de amortiguación y origina dolor bastante intenso en los nervios inmediatos obligando, en muchos casos, a los afectados a permanecer en reposo e inmóvil.

A nivel psicológico la persona también puede sentir “presión” ejercida por ella misma, en un intento por hacer o ser algo más de lo que es; o bien, puede provenir de algo o alguien ajeno a nosotros, que intenta inculcarnos el sentimiento de que debemos tratar de vivir de acuerdo con algo. En éste caso la hernia discal podría expresar nuestro deseo de “romper” con esa regla o de rebelarnos contra esa estructura.

Este síntoma se manifiesta en las personas que le dan muchas vueltas a un asunto, anhelan salir de una situación a la que no le ven salida. Se trata de individuos que tienen muchas dificultades para tomar decisiones. Esperan ayuda para decidirse, pero tienen la sensación de no recibir ningún apoyo de la vida ni de los demás. ¿Qué es mi vida? ¿Qué voy a hacer con ella? ¿Y sobre mis proyectos, qué pienso sobre ellos?
Conflicto de dirección: ¿Qué es lo que quiero hacer…?

Detrás de una hernia discal siempre se halla un conflicto de desvalorización que corresponde a la problemática emocional de las dos vértebras implicadas.
¿No soy potente desde el punto de vista sexual? 
¿Soy una mala pareja sexual?
¿Me siento a la altura en el trabajo?
¿Me apoyo en mi mismo? ¿Me quiero?
¿Qué me hace sentirme prisionero?
¿En qué situación me siento “atrapado”?
¿He de hacer de amortiguador entre dos seres queridos que discuten?

Recomendaciones para recuperar la salud física, emocional y espiritual:
En la vida siempre tenemos que estar tomando decisiones y siempre hay dos posibilidades para elegir; es imposible eludir la decisión ya que “no decidir” es una decisión contra la decisión.

Lo ideal ante cualquier decisión, es no dejarnos llevar por la duda, o por el miedo a equivocarnos, sino hacer las cosas siempre lo mejor que podamos. Para desarrollar la confianza en nosotros mismos, hemos de adquirir el hábito de decidirnos más rápidamente y no estar esperando el apoyo de los otros o que todas las circunstancias sean seguras y perfectas. Como dijo Albert Einstein: Una persona que nunca cometió un error, jamás probó nada nuevo. 

Para reconocer el camino verdadero antes debemos de caminar por senderos equivocados, si no ¿cómo íbamos a saber cuál es el acertado?
No existen los errores, ni los problemas, lo que realmente se dan son situaciones distintas; pero en realidad, todas contribuyen a nuestro crecimiento.

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