Bert Hellinger: Un camino hacia la felicidad.

martes, 3 de julio de 2018




Bert Hellinger: Un camino hacia la felicidad.

“El movimiento sanador comienza con la unión con nuestra madre. Por esa razón aquello que se percibía como disyuntivo, aquello que nos separaba de nuestra madre, vuelve a unirse.”


Entrevista de Esther Lak
Bert Hellinger nació en Alemania en 1925, estudió filosofía, teología y pedagogía. Durante 16 años trabajó como misionero de una orden católica en Sudáfrica. Más tarde se graduó como psicoanalista y a través de la Dinámica de grupo, la Terapia primaria, el Análisis transaccional y diversos métodos de hipnoterapia; llegó a desarrollar su propia terapia sistémica y familiar. Su método de configurar Constelaciones familiares enfocado directamente hacia la solución le valió el reconocimiento como uno de los terapeutas claves del mundo psicoterapéutico actual.

Nuestros éxitos en la vida

Nuestros éxitos en la vida

El nacimiento
El primer y decisivo éxito para nosotros fue nuestro nacimiento. Lo logramos de la mejor manera y la más amplia cuando debimos salir a la luz por nuestros propios medios y el nacimiento ocurrió sin intervención externa. Aquí debimos demostrar por primera vez nuestra capacidad de imponernos. Este éxito seguirá repercutiendo por el resto de la vida. De esa experiencia obtenemos la fuerza para más tarde poder imponernos con éxito.
¿Me estoy yendo muy lejos? ¿Qué tiene que ver este éxito con nuestros posteriores éxitos en nuestro trabajo y en nuestra profesión? ¿Realmente nuestro éxito posterior depende en gran parte de este primer éxito?
¿Cómo se comporta más tarde un niño y un adulto que llegó al mundo a través de una cesárea o que debió ser extraído con fórceps? ¿O cuándo vino al mundo prematuramente y debió permanecer las primeras semanas -o tal vez meses- de su vida en una incubadora? ¿Qué sucede más tarde con su independencia y su capacidad de imposición?
Por supuesto que las consecuencias de estas experiencias pueden ser superadas, por lo menos parcialmente. Como sucede con todas las dificultades y cargas pesadas también podemos ganar de ellas una fuerza extraordinaria.
Sin embargo, al mismo tiempo ellas establecen límites y se convierten en un desafío que podremos superar con mayor facilidad si reconocemos sus raíces y más tarde de alguna manera conseguimos recuperar lo que nos falta, con frecuencia con ayuda exterior.